¿Alguna vez has abandonado un libro antes de terminarlo? ¿Sabes por qué te ocurre?
Todos sabemos que el ritmo de la
vida actual nos deja poco tiempo para la lectura, de hecho es la excusa de
muchos para no acercarse a tan sano vicio. Por ello no podemos desperdiciarlo
en obras que no nos motivan a continuar leyendo. Tal vez si identificamos los factores que nos
provocan el abandono podremos esquivarlos. Os propongo unos cuantos.
EL NARRADOR.
El narrador de la obra le otorga
la voz. El punto de vista desde el cual se explica la historia. Si te sientes identificado
con esa voz, con el tono que utiliza o los sentimientos que expresa, será más
raro que abandones el libro que si por el contrario ese narrador te resulta
desagradable o contraría tus valores o creencias. Esto explicaría por qué las
50 Sombras de Grey, narradas en primera persona por una mujer con la que puedes
o no identificarte, pero que explica su historia de amor, ha tenido mucho más
éxito que Grey, la misma historia narrada en primera persona por un personaje
que no cae bien, es desagradable y con el que no compartes valores ni
principios. Si detectas esto cuando estás a punto de abandonar, negocia contigo
mismo si puedes seguir adelante con el libro sin identificarte con la voz, como
un ejercicio de pura observación.
La mente del señor Grey no cuenta con tantos simpatizantes como la de Anastasia. |
EL TEMA.
Si el libro es un estudio sobre
el hábitat natural del piojo rojo seguramente no lo escogerás para que te
acompañe el fin de semana (a no ser que te vayan esos temas). Pero si te
acercas a una novela porque promete ser una historia sobre la lucha de dos
adolescentes que en un entorno difícil tratan de labrarse un futuro, igual sí.
Y si resulta que después de 87 páginas lo único que ha sucedido es que mientras
a ellos les salen granos a ti te han salido canas esperando que la obra te diga
algo interesante lo abandonarás seguro. Ante eso, poco que decir, a todos nos
ha sucedido alguna vez que un libro no cumpla nuestras expectativas. De todas
formas, si el texto tiene calidad puedes darle una segunda oportunidad y
extraer alguna aportación positiva como aprender a montar en monopatín, o algo.
LA ACCIÓN.
O la falta de ella. Las novelas
de acción triunfan, eso está claro. Siempre es más ameno leer un texto que te
explique aventuras, que te proporcione emociones, que te haga viajar…, aunque
ahí tenemos Cinco horas con Mario y mira tú. El caso, con acción o sin ella, es
que la historia enganche, atrape, que no aburra, que te haga sentir que no
estás perdiendo el tiempo leyendo esa obra porque no te va a aportar nada. Si
adviertes eso es cuando la abandonas.
LA EXTENSIÓN.
Si sufres el Síndrome del túnel
carpiano o Codo de tenista te resultará inviable sostener un libro de más de
trescientas páginas mucho rato seguido y lo dejarás. Por no decir que lo
transportes en el bolso todo el día, de casa al trabajo y viceversa con la Cervicalgia
que te puede causar. Dicen las malas lenguas que últimamente están de moda los
libros de más de cuatrocientas páginas para que las editoriales puedan inflar
el precio de venta. Sea por lo que sea el caso es que sí que hay una tendencia
a los libros gruesos que nos pueden provocar un cierto rechazo de entrada, no
sólo por el precio sino por la perspectiva de acarrear con el tocho en la mano.
Aunque luego tenemos a Posteguillo, con
sus exitosos libros de más de mil páginas para contradecirnos. Para esto son
ideales los Ebook, hay lectores empedernidos que tienen el de papel en casa para
orgullo de su biblioteca pero leen en los desplazamientos el mismo en formato epub.
Además, en un Ebook puedes ocultar el número de páginas que te restan a la vez
que eliminas la pereza del ¡cuánto me queda por leer todavía!
EL CONTEXTO.
Si conocemos el contexto
histórico-político y social del autor y la obra nos será más fácil acercarnos a
ella. No digo siempre, ya sabemos que Stephenie Meyer no se crió entre vampiros
y licántropos, o eso espero por su bien, y triunfa como la Coca-Cola. Pero sí
resultará útil conocer algo de la desgraciada vida de Virginia Woolf antes de
emprender la lectura de La Señora Dalloway o la situación social de Kafka antes
de convertirnos en escarabajos con La Metamorfosis. Si notas que no captas del
todo lo que el libro trata de transmitirte prueba a informarte un poco sobre
este aspecto, contextualiza la obra y quizá te será más fácil acceder a ella y
evitar el abandono.
EL RESPETO.
Si sientes que el autor o la obra
te está faltando el respeto insultando o menospreciando tu inteligencia no sólo
abandonarás el libro sino que te darán ganas de prenderle fuego. ¿Cuándo sucede
esto? y ¿por qué? Cuando la obra carece de coherencia, cuando el argumento gira
inconsistentemente, cuando los protagonistas se comportan de forma inesperada e
inverosímil, cuando piensas del autor: ¿este tío se cree que soy imbécil y me
lo voy a creer? Entonces sí, tienes mi consentimiento: Abandona.
Libros que faltaron el respeto a los lectores. |
¿Conocéis alguno más? ¿Qué os
provoca el abandono?
No hay comentarios:
Publicar un comentario