Salman Rushdie y su nueva novela.

Un jardinero descubre que sus pies ya no tocan el suelo. Así es el protagonista de la nueva novela de Salman Rushdie, y así confesó sentirse después de que Irán se comprometiera a no ejecutar la fatwa por la que estaba condenado a muerte. “me inundó una sensación de alivio, como si mis pies se elevaran dos centímetros
del suelo”. Fueron diez años por los que no me gustaría volver a pasar. Así se refiere al periodo al que pusieron precio a su cabeza por haber escrito los “Los Versos Satánicos”. 

Salman Rushdie conversando con Rodrigo Fresán
A pesar de todo afirma que no se arrepiente de nada de lo que ha hecho en la vida. “Si mi vida no hubiera sido la misma no tendría mis hijos ni mis libros”. Salman Rushdie transmite paz y alegría, durante la conversación que presencié no paró de hacer bromas y reírse, no es de extrañar que su nueva novela “Dos años, ocho meses y veintiocho noches” sea divertida e ingeniosa. “Me lo pasé muy bien escribiendo este libro” manifestó, “pero está generando reacciones extremas, hay gente que le da un once sobre diez y otra que le otorga un menos uno sobre diez. A mí me gustaría que a todo el mundo le gustara mi novela, claro”, sonríe. El título suma mil y una noches, homenaje velado a la obra que marcó su infancia de la que se siente orgulloso. “Explico el mundo a través de las influencias de la cultura de mi infancia, en la india se habla mucho de los genios como cosa habitual. Si algo se estropea es cosas de los genios”. La obra refleja un mundo posible pero irreal. “cuando la gente habla de realismo mágico le da más importancia a la magia que al realismo, pero tú como escritor debes prestar más atención al realismo porque debes explicarle al lector cómo va al baño una persona que levita y no toca la taza del wáter. Te lo tienes que tomar muy en serio”. 




Como uno de los genios de su obra, Salman, en una suerte de travesura literaria une personajes de Agatha Christie, P.G. Wodehouse, El Gran Gatsby, Buñuel y hasta Goya con sus Caprichos: El sueño de la razón produce monstruos. Mientras trata temas tan actuales y universales como el fanatismo religioso o el amor. “los hombres inventaron a Dios, inventaron algo más fuerte que ellos para que les dijera lo que tienen que hacer y éste, cansado de que lo inventen se dedicó a perseguirlos. Es como en Maquiavelo, ¿es mejor amarlo o temerlo? Bueno, eso dice el protagonista― bromeayo creo que la vida es más interesante que Dios”.


Tras el acto firmó ejemplares de su nueva novela

Salman declara que con cada libro lo da todo, como si fuera el último, se queda agotado, vacío, como si le practicaran una lobotomía y que ese vacío tarda en llenarse de nuevo. Para finalizar su interlocutor le preguntó que si tuviera la oportunidad de pedir tres deseos a algún genio de su obra cuales serían, y tras bromear sobre si pediría mucho dinero, poder y un gran órgano sexual, acabó confesando que es mejor no pedir deseos ya que corres el riesgo de que se cumpla algo que en realidad no deseabas. Hace referencia a la naturaleza diabólica que le otorgó a Dios en “Los versos satánicos” que acabó llamando a la puerta de su casa. “las metáforas son peligrosas. No, no deseo nada, soy feliz con mi vida”.


Que sea feliz muchos años, señor Salman.

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