¿Compras libros de segunda mano?

Tres consejos que te pueden interesar.

Dicen que la crisis puso de moda comprar libros de segunda mano y practicar running porque resulta más barato que cualquier otro deporte. De lo segundo no entiendo, pero si eres de esas personas a las que les encanta pasar horas en una librería de segunda mano en busca de algún tesoro que llevarse a casa a buen precio, igual te puedo dar algún consejo.

Cuestiones económicas aparte, creo que comprar libros de segunda mano tiene algo de romántico, de especial. Toparse por casualidad con algún ejemplar firmado por el autor, o dedicado a alguien, con anotaciones, fechas, incluso con cartas o notas dentro. Esas cosas tienen un valor particular, nos recuerdan a quién han podido pertenecer, nos transportan a otros lugares, otros momentos, nos constatan que ese libro tuvo una vida antes de pertenecernos. Pero si además tienes la suerte de encontrar esa novela que tanto llevabas buscando y no encontrabas tu alegría será mayor.

Dejando de lado el romanticismo de la situación también hay unas cuestiones prácticas a tener en cuenta. Como sabemos esos libros han pasado por varias manos anteriores a las nuestras y quizá hayan acumulado polvo y experiencias que les han otorgado un estado u olor poco agradable. Vamos a ver qué podemos hacer al respecto. 

Tres consejos para tratar libros de segunda mano.

Como ejemplo he tomado este libro comprado por 3 euros en una librería que me encanta y de la que os hablaré otro día.

1.- El polvo

El polvo tiende a acumularse en la parte superior del libro tiñendo con el tiempo las hojas de un tono grisáceo. Para eliminarlo y devolver el tono blanco, o aclararlo lo máximo posible, es simple con una goma de borrar clásica. Pasaremos la goma de borrar en transversal a las hojas. Verás cómo se aclara progresivamente la superficie mientras nos deshacemos del polvo.

Al pasar la goma de borrar se aclara el papel

2.- Manchas en la portada

A menudo nos encontramos manchas o pegatinas en las portadas de los libros. Estas son fáciles de eliminas con algún producto que contenga alcohol, como limpiacristales o alcohol desnaturalizado directamente.

Utiliza un producto con alcohol y algodón

¡Ojo! No utilices cualquier producto con alcohol: el que te pones en los mojitos el fin de semana no sirve. (Los deja pegajosos y no me preguntes cómo lo sé. Lo sé y basta.)

Impregna un poco de algodón y frótalo suavemente por la superficie para eliminar manchas y adhesivos.

Impregna un algodón para limpiar manchas y adhesivos

3.- Malos olores

Si el libro huele a humedad, a viejo, a polvo o cualquier otra cosa desagradable deberemos darle un tratamiento más. Primero aplica los pasos anteriores para asegurarnos que el mal olor no se debe al polvo acumulado o a alguna substancia adherida a las tapas. 

Después existen varios remedios: 

Puedes introducir el libro en una bolsa hermética, de las que sirven para el congelador, por ejemplo; con bicarbonato o arena de gato para desodorizarlo, mantenlo unos días cerrado.

O bien, si lo que pretendes es que huela bien puedes introducir entre sus páginas láminas de suavizante para secadora, hojas para perfumar armarios o bolitas de algodón impregnadas en tu perfume favorito. En este último caso procura que las bolitas impregnadas de perfume no toquen el libro, eso le provocaría manchas. Para ello en lugar de en una bolsa puedes introducirlo en una caja hermética que tenga espacio suficiente para evitar que estén en contacto. Al cabo de unos días tendremos listo nuestro libro.

La bolita perfumada no debe tocar el libro dentro del envase hermético

Ni qué decir tiene que todos estos consejos lo podemos aplicar con los libros de nuestro hogar.

¿Y tú sabes alguno más?