Si otra mujer hubiera tropezado en la Fnac como lo hice yo, con un libro para aprender inglés cuyo temario delimita el ámbito de actuación en la sociedad de las féminas de esta forma, si otra mujer, decía, se lo hubiera encontrado, seguramente lo tacharía de sexista, machista o discriminatorio. A mí, la verdad, me sorprendió ver cómo el Sr. Vaughan simplificaba nuestra vida y por ende nuestra necesidad de aprendizaje del Inglés. El libro consta de siete lecciones, a saber: “adictas a las compras”, “En la oficina”, “viajes”, “Fiestas” (incluye un apartado de sexo), “nutrición”, “belleza” y “super mami”.
Una amiga mía me comentó que era
de esperar. “Sólo hace falta ver el programa de inglés que tiene en la
televisión dónde los hombres son jefes y policías mientras que las mujeres son
señoras de la limpieza y dependientas.” Yo creo que es un poco tiquis miquis,
pero ella argumenta que “Los estereotipos perpetuados, máxime en programas de educación,
son un peligro para la sociedad”. En mi caso, dado que en la empresa donde
trabajo las clases de inglés nos las dan sin sexo, esto es: nos enseñan lo
mismo a hombres y mujeres y sólo vocabulario relativo y enfocado a mi puesto de
trabajo, le agradezco al Sr. Vaughan que me facilite recursos para cuando vaya
a Harrods de shopping o quiera organizar una party con mis compañeros de piso
extranjeros. Lástima que el libro no contemple el hecho de que te roben el
bolso en Oxford Street y te veas en comisaria privada de comunicación en espera
de que llegue un príncipe azul, blue en este caso, que domine ambos idiomas y
pueda ayudarte. Así que por las flies voy a estudiar algo más completito aunque
sea mujer.
Buff menudo debate puede surgior de esto....me ha gustado mucho la entrada y si vale para aprender ya se lleva puntos.
ResponderEliminarUn beso!
jajaja, es que es sorprendente, como mínimo...
ResponderEliminarun beso