Prosa o poesía II

Hace unos meses comentaba en este mismo blog (aquí) que en un jardín cercano a mi casa algún vecino se había hartado de ver excrementos de perro sin recoger por sus dueños y se había dedicado a clavar en cada uno de ellos un cartelito evidenciando el acto de incivismo. Pues bien, me alegra comunicar que tras meses de insistencia ya no figura ninguna banderita en el jardín. No sé si se apreciará bien, dado que la primera foto es de mi antiguo móvil y la cámara era bastante deficitaria, en la segunda se ve claramente la ausencia de cartelitos. Quiero creer que la persona aludida ha aprendido a convivir y a hacerse cargo de su mascota y no que en realidad ha cambiado de lugar de paseo. En cualquier caso aplaudo la tenacidad del autor de los carteles y le agradezco la función social.



2 comentarios:

  1. Oléee eso debería empezar a hacer yo en el parque de al lado de casa...que como muchos perros son de tamaño pequeño se piensan que no importa dejar las cacas tiradas.
    Un beso!

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  2. Pues ya ves que funciona, e igual creas tendencia, jajaja
    un beso!

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